En el Valle de las Cañas se siguen frotando los ojos y no quieren despertar por si acaso todo lo que están viviendo se trata de un sueño. Y es que el club pozuelero, un recién ascendido, sigue inmerso en la lucha por el ascenso a Segunda B. Cada domingo se demuestra más la unidad del grupo, puesto que unas veces ha sido Cortijo, otras Mino y últimamente Chuchi quienes tomaban el papel protagonista. Pues bien, esta vez le tocó jugar ese papel a Cholo, un hombre de confianza para Chema Ramos que ha jugado en todos los puestos posibles esta temporada y que hoy se dio un festín a costa del Siete Villas.
En los primeros compases del partido los jugadores parecían que no se podían mover de sus posiciones atenazados por los nervios que aparecen cuando se juega un partido de play off por ascenso. Apenas había combinaciones y, ni mucho menos, ocasiones. Pero en estos minutos se podía atisbar lo que iba a ser el encuentro. Un Pozuelo que quería la posesión, que quería el balón, porque sólo así se siente realmente cómodo, y un Siete Villas que esperaba atrás para la contra perfecta con Chema, Espino y Luis Ángel esperando que les surtieran de balones. Desde la posesión llegó la primera ocasión para los locales al poco de comenzar el encuentro, pero el tanto de Nacho Abascal no subió al marcador porque Manso García consideró que estaba en fuera juego. El gol anulado fue la única ocasión reseñable del primer tiempo. Un primer tiempo que nos dejó un aparatoso choque entre Fernando y José. El primero pudo seguir jugando con un vendaje en la cabeza, pero el segundo tuvo que ser desplazado al hospital Puerta de Hierro.
En el descanso, Chema Ramos les dijo a sus hombres que debían olvidarse que estaban jugando un play off y que tenían que jugar como lo habían hecho todo el año. Sin ataduras de ningún tipo. Dicho y hecho. Los jugadores del Pozuelo salieron envalentonados en la segunda parte y a los cinco minutos el marcador ya ponía un 2-0 que acabó con todas las posibilidades del equipo cántabro. A los dos minutos de la reanudación vino el gol que levantó a toda la gente de sus asientos en el Valle de las Cañas. Pablo abrió con sentido y de primeras a Peque, este dio un pase en profundidad para Nacho Abascal, quien levantó la cabeza y puso un centro medido para que Cholo, de una tijera perfecta hiciese el primero de sus dos goles. Sin tiempo para celebrar su gran gol, Chuchi centró desde la banda y el propio Cholo, libre de marca, hizo el 2-0 en apenas tres minutos.
Tras los dos goles de Cholo, se esperaba que el Siete Villas se echase para adelante a la desesperada, pero todos sus ataques morían en los despejes de los siempre bien colocados Boby, Pablo y Raúl Montero. Poco se puede contar de los atacantes del equipo cántabro porque apenas pisaron el campo contrario con peligro. En los minutos restantes, Chema Ramos dio entrada a Mino para aprovechar su velocidad ante el cansancio del Siete Villas. El extremo pidió dos penaltis, el segundo de ellos con motivo, al poco de saltar al campo. Su insistencia obtuvo su fruto en el último minuto del encuentro cuando Manso García sí señaló el punto de penalti. El gol de Mino puso punto y final a la primera eliminatoria por el ascenso a Segunda B.
Tras la exhibición matinal, al Pozuelo sólo le queda esperar a conocer a su próximo rival en el sorteo que celebra el lunes por la tarde. Aunque sigan sin creer lo que están haciendo, ellos saben que sólo les queda mirar para al futuro con una sonrisa por la temporada que están haciendo.
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